Teresa Pazos consiguió que Darabil y yo hiciéramos una pieza conjunta.
Teresa tenía muy claro que quería, Amaia trabajó el metal, yo el fieltro y lo montamos sobre una peineta. El vestido de novia es de Érase una vez, también del barrio de Gracia. Estaba preciosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario