martes, marzo 18

Ana Vivero, complementos en fieltro

Aventuras Creativas 2.

Continúan las Aventuras Creativas en Oslo. 

En el número dos Bárbara Raubert escribe sobre mi trabajo y también elabora un vídeo. Yo, snif, solo puedo compartirlo.


El artículo:

ANA VIVERO, TÉXTIL A GOLPE DE ROMANTICISMO

Las piezas de Ana Vivero contrastan con el mundo serializado que nos golpea y luchan contra el sistema de mercado a golpe de romanticismo hechicero.
Ilustraciones de  Sonia Pulido
Dos paseos circundantes nos guían hacia un mismo encuentro afortunado: o bien te puedes enamorar deAna Vivero por su calidez imperturbable y, con ella, descubres una obra excéntricamente romántica que no se acaba nunca; o bien puedes encapricharte de unos ornamentos excepcionales que parecen fuera del tiempo y el espacio y, mientras te los pruebas conoces a una creadora generosa que te explica como ha construido cada una de sus piezas únicas, y esta es Ana Vivero.
Pocas veces una artista responde tan claramente a sus creaciones y se mantiene dentro de una utopía trabajada dia a dia con los medios más humildes. Por eso, sus obras contrastan con el mundo serializado de hoy y luchan contra el sistema de mercado instituido a golpe de romanticismo hechicero.
Personalmente, he caido una y otra vez en el embrujo de estos pequeños objetos que te dan el poder de pasearte con un trozo de vida ajena o, incluso, de recrear tu personalidad con una história pasada y futura, renovada a partir de este nucleo de belleza y pura imaginación. Són objetos que funcionan alegóricamente, sugiriendo realidades más dulces y una elegancia extrovertida para viajes soleados y películas en blanco y negro, pero que nunca cae en clixés ni repeticiones.

La experimentación de volumenes, texturas y técnicas es constante en la obra de Ana Vivero. Uno de los tocados que guardo entre mis tesoros, por ejemplo, corona un pequeñísimo sombrero circular de lana negra con tres elementos sorprendentes: una pareja de plumas de faisán (elemento natural y aéreo), una malla cónica volumetricamente invertida (elemento eterio y mágico) y una espuma de boa blanca (elemento acuático y teatral). Són tres estados de la matéria y de la cultura resumidos en un pequeño objeto de ornamentación personal que sintetiza la creación y entrona la cotidianidad. Llevar este tocado es optar por enbellecer cada rincón de la vida.
Se requiere un trabajo manual y fino para enramar cada pétalo de flor a las horquillas, pero también la acción física más dura para fieltrar la lana con la seda de una de sus capas o incluso de un vestido de novia entero. Todo eso hace Ana Vivero sin perder nunca el ritmo pausado con el que encamina cada parte del proceso, desde la idea, al proceso de ensayo-error, y hasta la realización final, que no responde a una planificación empresarial sino a un pensamiento quimérico. Hace falta un tiempo y unas condiciones ambientales específicas para lograrse ya que, finalmente, se trata de una transformación de materiales puros o pedazos de objetos existentes, en obras útiles para un presente mejorado.
Ana Vivero pocas veces guarda constáncia gráfica de sus creaciones, ni esbozos ni fotografias. Tan pronto como salen de sus manos, se venden y pasan a otras manos, a otras cabezas, a otros pechos, y se lían con nuevas histórias por allí donde van. A menudo existe alguna crónica particular y divertidisima- que a la creadora le encanta explicar- destrás de cada material utilizado en estas piezas, aunque la mayoría de portadoras nunca sabrán nada más que la esencia con la que han quedado impregnadas.
Es así como se van tejiendo nuevas capas de sentido y la narración va creciendo alrededor de las obras deAna Vivero, fuertemente cosida a un ovillo inagotable de hilo invisible, que no pesa sino que hace el caminar más ligero y gracioso.