En La Bastida doy clases a alumnas de educación infantil y atención socio-sanitaria, grupos grandes, muy motivados. Futuras profesionales que trabajarán en guarderías, geriátricos...
Este año construyeron orejas para montar sobre una diadema, la idea era aprovechar el taller para construir su disfraz de carnaval. Cada una diseñó las orejas para su animal y algunas hicieron lazos enormes.
Muchas de ellas han trabajado con fieltro en plancha, pero para la mayoría, es la primera vez con fibra de lana. Me encantan sus caras en el primer contacto con la lana mojada. Siempre digo que es como tocar a un cachorro mojado: es fràgil, peludo y está vivo.
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