Hacía dos años que un pastor de Robledo del mazo en Toledo me regaló dos vellones, uno de hembra y otro de macho. Hasta ahora no había tenido tiempo de hacer nada con ella.
Mi amiga Mauri habia lavado muchisima lana cuando era joven, después resultó que mis dos abuelas también. Hacian calcetines, colchones y jerseys.
Utilizamos jabón de glicerina y jabón de argán, la lana quedó blanquísima y muy suave. Más fotos en http://www.flickr.com/photos/olelagracia/sets/72157623158273673/
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